El fantasma de un futuro feo

Diciembre 2000

Aperecido por primera vez como �Specter of anUgly Future� en Ha'aretz, de diciembre de 2000

Noam Chomsky entrevistado por Yitzhak Laor

 

PREGUNTA: Mientras hablamos, la Cable News Network sigue charlando en el fondo por el trigesimo s�xto d�a consecutivo acerca de vuestras elecciones presidenciales. �Es bastante divertido, �no?

 

CHOMSKY: Tiene raz�n en encontrarlo c�mico, aunque haya algunas cuestiones serias. El hecho m�s evidente de esta elecci�n es que se trata de un empate estad�stico. Es altamente improbable que 100 millones de votantes se dividir�an en 50 y 50 si estuvieran en juego cuestiones importantes, aunque esto ser�a el resultado previsto si la gente, digamos, fuera llamada a elegir entre X y Y como presidente de Marte. Cerca de las tres cuartas partes de la poblaci�n consideraron estas elecciones sobre todo como un juego llevado a cabo por poderosos interes financieros, los cabecillas de partido y la industria de las relaciones p�blicas, que ha moldeado a los candidatos para que actuen y hablen de manera tal que ganen votos, a tal punto que ser�a  imposible creer a los candidatos hasta en el caso en que fueran inteleg�bles. Y esto fue ins�lito. Mucha gente era incapaz de determinar la postura de los candidatos sobre temas claves, y no por falta de inter�s o de inteligencia. M�s de la mitad de la poblaci�n siente que tiene poca o ninguna influencia en el gobierno, y esto sobrepasa con creces las cifras del pasado. Esto ha venido siendo cada vez m�s el caso desde los primeros a�os de Reagan y es un acompa�amiento natural de las �pol�ticas neoliberales� dise�adas para erosionar la democracia funcionante haciendo recaer la toma de decisiones sobre un poder privado irresponsable y marginalizando a una buena parte de la poblaci�n. 

 

Otro hecho importante es la negaci�n de los derechos ciudadanos de una gran parte del electorado democr�tico mediante la encarcelaci�n. Tambien este programa fue iniciado hace 20 a�os con las �reformas neoliberales�. El presidente Clinton y el vicepresidente Gore lo han llevado m�s adelante agregando aproximadamente 600.000 nuevos presos a los 1,4 millones que hab�a cuando asumieron sus cargos. Hace veinte a�os Estados Unidos era parecido a los dem�s pa�ses industrializados en lo que se refiere al encerrar a su poblaci�n. A esta altura ya est� fuera de serie y detenta el record mundial (per capita) entre los pa�ses que llevan estad�sticas sensatas. De manera desproporcionada, los presos son negros e hispanos pobres, grupos que votan macizamente para los Democr�ticos. Segun las severas leyes de condena estadounidenses, no solamente a los presos se les priva de sus derechos de ciudadanos, sino en muchos Estados (incluida Florida) tambien a los ex-presidiarios, de forma permanente. Los n�meros son grandes. Segun indic� el Observatorio de Los Derechos Humanos (Human Rights Watch) y algunos estudios acad�micos, Gore podr�a haber ganado facilmente en Florida y otros Estados oscilantes y el Congreso podr�a haber sido democrata a lo largo de a�os, si no hubiese sido por los programas de privaci�n de los derechos ciudadanos. �stos fueron  llevados adelante energicamente por Clinton y Gore, confiando excesivamente en las leyes draconianas de la era Reagan-Bush y en la �guerra a las drogas�.

 

En este aspecto, durante los �ltimos 20 a�os Estados Unidos se ha alejado netamente del modelo de la mayor�a de los pa�ses industrializados. Las discrepancias reflejan la confianza m�s extrema de Washington (y Londres) hacia una forma curiosa de �fundamentalismo neoliberal� . De paso se podr�a tener presente que estas pol�ticas no son ni �nuevas� ni �liberales�. El apoyo al libre mercado sigue el tradicional modelo dual: disciplina de mercado para el pobre y el indefenso, mientras el rico y el privilegiado cuentan con la protecci�n del Estado-ni�era. �stos son aspectos importantes de las elecciones. Las cuestiones que se han llevado una atenci�n tan apasionada � tarjetas de voto que sobran, desechos arrugados etc�tera  - son trivialidades sin importancia.

 

Dado un empate estad�stico con diferencias num�ricas que oscilan dentro del margen de error previsto del 1-2 por ciento, el procedimiento racional ser�a �l de seleccionar a un candidato de manera casual; digamos, tirando una moneda. Pero no ser�a as�. Hay que llevar a cabo el proceso con la solemnidad apropiada, est� en juego la pretenci�n de estar haciendo algo muy significativo. �lites educadas han dedicado grandes esfuerzos al alcance de este resultado, aunque, segun parece, con un �xito limitado en la poblaci�n com�n.

 

PREGUNTA: Su libro [Powers and Prospects, Poderes y Perspectivas] describe el trasfondo que llev� a los acuerdos de Oslo, pero han pasado varios a�os desde cuando Usted dio esas conferencias. En un primer momento ese acuerdo ocasion� aqu� grandes esperanzas. Luego, cuando se desat� la actual Intifada, muchos prefirieron hacerse los �izquierdistas aflig�dos� cuando no los �izquierdistas ofendidos�, algo as� como para no tener que repensar aquello sobre lo cual hab�an �estado de acuerdo� en el pasado. �Puede explicar el contexto americano-israel� del acuerdo de Oslo?

 

CHOMSKY: Los acuerdos de Oslo representaron un cambio de postura en la pol�tica estadounidense-israel�. En ese momento ambos Estados hab�an llegado a reconocer que es un error usar la Fuerzas de Defensa Israelies para gestionar los Territorios. Es mucho m�s sabio recurrir al modelo colonial tradicional de contar con clientes locales para controlar a la poblaci�n sujeta, tal como lo hac�an los brit�nicos en la India, Sur�frica durante el apartheid,  Estados Unidos en Centroam�rica y otro casos cl�sicos. �ste es el papel otorgado a la Autoridad Palestina, que tiene que seguir una senda delicada tal como lo hicieron sus predecesores: debe mantener una cierta credibilidad en la poblaci�n al mismo tiempo en que sirve de segundo opresor, tanto militarmente como economicamente, en coordinaci�n con los centros primarios de poder que detienen el control �ltimo.

 

La meta de largo plazo del proceso de Oslo fue descrita cuidadosamente por el (ministro del exterior) Shlomo Ben-Ami poco antes de sumarse al gobierno Barak: se trata de establecer una condici�n de dependencia permanente neo-colonial. Los mecan�smos han sido definidos en letras claras en los sucesivos acuerdos temporales; y, lo que es m�s importante, han sido realizados en el terreno.

 

PREGUNTA: �Que occurri� en Camp David este verano?

 

CHOMSKY: Bueno, los mapas del estadio final de Israel eran estrictamente conformes con los proyectos que �ste iba llebando a cabo en los territorios con el apoyo de Estados Unidos. La resoluci�n final es la de dividir la West Bank en cuatro enclaves palestinas separadas entre ellas y de la regi�n de Jerusal�n (muy agrandada) y tambien separadas del Jord�n.  Los enclaves est�n rodeados � esencialmente encarcelados � por colonias israelies y por las estructuras de soporte que las integran con Israel. Los mapas indicaban que en un segundo momento Israel podr�a permitir alguna comunicaci�n entre los enclaves del norte y del centro y J�rico, pero m�s bien hacia el Este. Aparentemente se proyecta algo parecido para Gaza.

 

PREGUNTA: �Estados Unidos apoyan el proyecto de Barak?

 

CHOMSKY: Esto es lo que Estados Unidos entienden por �paz� y a Washington le gustar�a que se realizara. El presupuesto de fondo, probablemente, es que finalmente la fuerza terminar� por prevaler, que hay un l�mite en lo que la carne y la sangre puedan soportar. Con esta premisa, que quiz� sea realista, existe toda la raz�n para mantener las pol�ticas recomendadas hace 30 a�os por Moshe Dayan en unas discusiones internas de gabinete: Israel debe hacer claro a los Palestinos que �no tenemos ninguna soluci�n, vosotros continuareis viviendo como perros, los que quieran pueden irse, y ya veremos a d�nde lleva este proceso�. Esto est� totalmente acorde con las pol�ticas estadounidenses en el mundo y por supuesto Estados Unidos no est� descubriendo tierras nuevas en este campo.

 

PREGUNTA: Entonces, �como describir�a Usted los intereses americanos en este �rea, si nos sacamos de encima las tonter�as habituales sobre �paz y democracia�, como la paz y la democracia que Estados Unidos est� llevando a Colombia?

 

CHOMSKY: Sin lugar a dudas el inter�s primario consiste en el control efectivo de las m�s importantes reservas de energ�a del mundo. �stas pueden ser administradas por lo que los Brit�nicos, en sus d�as de gloria, llamaban una �fachada �rabe�, detr�s de la cual los Brit�nicos continuar�an gobernando. La fachada debe ser d�bil y f�cil de influenciar; en el caso en que las dictaduras gobernantes desaf�en el poder dominante, pueden esperarse una reacci�n violenta. 

 

PREGUNTA: Okay, esto era cierto durante la Guerra Fr�a, pero ahora ya se acab�.

 

CHOMSKY: Por mucho tiempo se declar� publicamente que Estados Unidos defend�an la regi�n contra los Rusos, aunque los documentos internos contaran una historia diferente. Pero ya no necesitamos discutir sobre el tema, dado que se admiti� que la propaganda convencional era falsa. Inmediatamente despu�s de la ca�da del muro de Berl�n, la administraci�n Bush inform� el Congreso que Estados Unidos segu�an necesitando un presupuesto enorme para el Pent�gono, con fuerzas convencionales que apuntaban principalmente al Oriente Medio, donde no se pod�a colocar la amenaza a nuestros interes a la puerta del Kreml�n. O a la puerta de Irak; en esa �poca Sadam Hussein era a�n un amigo honorado que s�lo hab�a cometido algunas transgresiones menores, tales como asesinar a cientos de miles de Kurdos usando armas qu�micas, torturando a los disidentes, etc�tera. Tal como lo explic� la Casa Blanca, la verdadera amenaza era la �sofisticaci�n tecnol�gica� de los poderes del Tercer Mundo.

 

PREGUNTA: Dicho de otra manera, si Estados Unidos no est� realmente interesado en que aqu� haya paz, porque el confl�cto sirve a sus intereses, entonces el campo pacifista no tiene ninguna posibilidad, ni siquiera en el caso en que algun d�a gane las elecciones.

 

CHOMSKY: Pienso que ser�a dif�cil hacer algo en el Oriente Medio que no est� al menos conforme con lo que se supone sean los intereses estadounidenses. A lo largo del medio siglo pasado Estados Unidos ha considerado el Oriente Medio como el ��rea estrat�gicamente m�s importante del mundo� y la �joya econ�mica m�s rica�, �una estupenda fuente de poder estrat�gico�, y as� siguiendo con el mismo estilo.   La preocupaci�n dominante ha sido la de mantener el control efectivo sobre las principales reservas de energia del mundo, que para el futuro previsible estar�n concentradas en la regi�n del Golfo.

 

Israel y los Palestinos podr�an seguir un camino diferente si �ste no interfiere con los intereses estadounidenses � y pienso que no ser�a imposible. Mi sensaci�n personal de hace 30 a�os era que Israel se encontrara en una posici�n muy fuerte para moverse hacia alguna forma de binacionalismo federal en Cisjordania, ahorrando tragedias enormes a s� mismo y los dem�s. Y aunque estas oportunidades se perdieron, no es imposible recuperarlas. A Estados Unidos podr�a no gustarle, pero me esperar�a que no interfiriera. En su tiempo Israel prefiri� una colonizaci�n basada en la fuerza; eso fue claro, despu�s de todo. Se di� el caso de que ese camino se conformara muy estrictamente con las pol�ticas estadounidenses. Si los Israelies siguen insistiendo en esta estructura, me temo que tanto ellos como otros en la regi�n se enfrentar�n con un futuro feo.

 

Los Israelies no deber�an hacerse ninguna ilusi�n al respecto. Si Estados Unidos decide abandonar el apoyo a Israel, como podr�a,  no se dejar�a obstaculizar por las consideraciones humanitarias profesadas ni por la postura moral que se adopta cuando conviene. El famoso �lobby israel� no tendr� eficacia y probablemente desaparecer�, tal como lo hizo en el pasado cuando Israel se enfrent� con el poder estadounidense en lugar de servirlo. Esto fue el caso hasta bajo Clinton, el m�s pro-israel� entre los presidentes (aunque George W. Bush puede aun superarle): la reciente cuesti�n Phalcon-China es un ejemplo en clave menor.

Traducido por Arturo, Barcelona

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